La gente siempre fue y vino por todos lados como se le dió la gana. Nunca nadie se molestó demasiado en dejar rastro. Los que lo hicieron lo hicieron y ya. Es decir, no es que no recuerde el dolor, es que simplemente no me dedico a recordarlo. Pero... ¿Y qué de las cosas que no dolieron? No es que no hayan dejado rastro tampoco. Pero esos rastros son fáciles de llevar. Porque no me voy a dedicar a recordar el dolor de haber extrañado algo.
Y aún en este mi más extraño rincón, van y vienen como a la gana les viene. Vienen y sin más que irse se van. Y hasta me atrevo a decir que esta actitud es tanto más descarada en este rincón que en la mayoría de los demás. Me animo porque lo veo. Porque noto que habéis olfateado lo mío. Lo noto porque me dejáis. Todo el mundo sabe pasar desapercibido. A algunos solo no les gusta. Y he ahí vosotros.
Pero es más mi festejo que otra cosa. Es más porque para eso está. Porque poner esto acá es poner alimento en un planeta con vida. Jamás podría haber hecho esto más que para mirarlo.
No quisiera con esto ofender a ustedes que leen. Que no se quienes son. Pero se que son. No quisiera llamarlos hormigas en mi terrario. Pero al fin y al cabo, es recíproco igual. Estamos para nosotros. Nos gusta mirarnos así. Vernos de lejos. Es final la decisión de alimentar un mundo cuando estamos ya instalados en el. La gente que va y que viene lo hace porque puede. Lo hace porque está cerca. Y poque deja de estarlo. Pero no se puede estar lo suficientemente lejos de este modo ¿Cómo dejar de ir y venir entonces?
Saludos y gracias!!!!